El público terminó indignado con el partido (que fue una derrota 0-1 en el descuento) y con la temporada, pidiendo airadamente cambios en la plantilla y el cuerpo técnico. Tras el intenso partido de ida (con victoria valencianista 3-4 en el último minuto), el técnico Ranieri apodó como «dragón» al portero Cañizares, que detuvo un penalti en el partido y estaba haciendo unas excelentes actuaciones.