Riquelme cerró su participación en el Mundial con 5 asistencias servidas, una a Saviola y otra tras un córner que derivo en el gol de Ayala y ningún gol convertido. Los malentendidos se suceden y en los días siguientes entre el navío inglés y el palacio del Virrey se estableció un intercambio de cartas y memorandos escritos por Cook, y en ocasiones también por Banks, en las que ambos intentaban convencer al virrey de que no había motivos para la desconfianza.