Gracias al empate por 0:0 y a la victoria de la Triestina, tanto el Napoli como el Genoa consiguieron el preciado ascenso: al término del partido de Piacenza todo el estadio explotó de alegría, muchos entraron al campo de juego aunque todavía faltaba un minuto de juego, pero ya los dos equipos habían ascendido y el partido no se dio por finalizado. Para ese momento los equipos que dominaban tanto a nivel local como nacional habían surgido en la década de 1880, entre ellos el Eintracht Fráncfort.